domingo, 23 de noviembre de 2008

Gracias a la web, padres pueden seguir más de cerca el desarrollo educativo de sus hijos


La época en que los profesores mandaban regaños o mensajes a los papás a través de los estudiantes y que se perdían en el camino porque los alumnos nunca los entregaban, es truco del pasado.

Hoy, los padres tienen sus propias claves para entrar a una página diseñada por el colegio donde se enteran cuando su hijo no fue a clase o de las tareas que tiene pendientes de entrega.

A una mamá que estaba fuera del país, el sistema le sirvió para saber que su muchacho no había asistido al colegio y comunicarse con la institución a través de un correo especial.

A otros padres como María Lucía Peralta, mamá de un niño del colegio San Jorge de Inglaterra, le ayuda para saber incluso cómo está la nutrición de su hijo. Con la clave tiene acceso a gráficas que le indican cómo estaba el peso de su hijo el año pasado y cómo está hoy.

"Yo reviso la página casi a diario. Por ejemplo, esta semana le pregunté a mi hijo 'cuándo tienes evaluaciones' y me dijo: 'Todavía no sé mamá'. Así que entré y vi las fechas. Es una forma de saber todo lo que pasa con sus vidas en el colegio", explica Peralta, que lo hace desde un portátil en su consultorio odontológico.

En el caso de un periodista que tiene dos hijos en el Gimnasio Los Andes, el portal del colegio está entre sus favoritas de Internet. Entra a diario a la página que está asociada a cibercolegios.com, que administra la plataforma.

Primero, despliega una pantalla con las fotos de sus dos hijos, la información sobre las tareas que deben entregar y los comunicados de los profesores donde le cuentan de los avances de los muchachos. También puede ver el menú del almuerzo de los niños, una ficha médica, fotos y correo de todos los profesores, así como de los papás de los compañeros por si en algún momento quiere contactarlos.

¿Ayuda o control total?

Para algunos estudiantes es un seguimiento excesivo. "Está bien que lo hagan con niños pequeños, pero con los más grandes me parece horrible, es falta de confianza en uno. Además, los papás no tienen por qué saber todo lo de nosotros", dice Alejandra Gallego, de 14 años, de la Institución Educativa San José, de Itagüí.

Pero padres y colegios lo defienden porque permite que las familias estén vinculadas a los procesos educativos de sus hijos, en momentos en que la mayoría de los papás trabajan y tienen poco tiempo para estar con los muchachos.

Patricia Tobar, jefe de sistemas del Colegio San Jorge de Inglaterra, explica que su plataforma, Aula Virtual, también ayuda en procesos pedagógicos y no tiene fines de coerción.

"Los estudiantes tienen una clave distinta a la de sus padres y se inscriben en las asignaturas que están viendo o si quieren recordar conceptos de años anteriores, también pueden hacerlo. Presentan trabajos y exámenes a través de ella y si no pudieron ir a clase, se ponen al día en el aula virtual", explica.

En este y en otros colegios les dan links de páginas donde pueden ampliar conocimientos para sus clases con el fin de ahorrarles tiempo y de evitar que al hacer búsquedas generales terminen en páginas inseguras o peligrosas para los niños.

Para los maestros este tipo de plataformas permiten planificar las clases y que los niños lleguen con trabajo adelantado, y hasta los colegios creen que de esta manera se ahorra papel.

Aunque esta es la tendencia en un corto plazo, tanto padres como directivos creen que no se pueden perder las visitas al colegio y las conversaciones cara a cara.

Este tipo de plataformas se vienen usando desde hace cinco años en el país, pero cada vez son más los colegios que las aprovechan porque, entre otras cosas, descongestionan las instituciones y hacen que la comunicación con los padres sea rápida y efectiva.

La mayoría son instituciones privadas que tienen esas posibilidades tecnológicas, porque en el grueso de colegios del país la realidad es otra: en promedio hay un computador por cada 30 niños.

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